Vigo. Base de comunicaciones mundiales. Cable inglés

Vigo. Base de comunicaciones mundiales. Cable inglés

Relevancia: Internacional

Vigo. Base de comunicaciones mundiales. Cable inglés

Clasificación: Inmueble


Descripción

Descripción General

La historia de Vigo se dibuja gracias a su puerto; emplazamiento y base de comunicaciones mundial. Europa y el extranjero no ajeno a estas condiciones, justo antes de que estallase la II Guerra Mundial, eligen esta localidad como punto de intercambio de mensajes telegráficos, de un extremo del planeta, al otro.

A finales del siglo XIX, en concreto 1873, la empresa británica The Eastern Telegraph Company Ltd., –conocida en Vigo como El Cable Inglés–, instala en la ciudad su primera escala, comunicando el Reino Unido con sus colonias y, el resto del mundo.

En miles de cablegramas figuraban, al comienzo del escrito, las palabras "Vía Vigo", ya que las noticias de una buena parte del mundo pasaban por nuestra ciudad a través del cable submarino, antes de llegar al Reino Unido. La elección de Vigo se produjo gracias a la protección que proporcionaba un puerto totalmente abrigado: el adecuado para los barcos cableros. La labor de tender el cable submarino, fue llevada a cabo por el buque "Minia".

Este hecho convertiría a Vigo, en la ciudad española mejor comunicada con el resto del mundo, convirtiéndose en puerta de entrada de las telecomunicaciones españolas. Desde Lisboa hasta Brasil por el sur, y hacia Asia penetrando por el Mediterráneo; esta línea atravesaría el Canal de Suez y el Golfo Pérsico, hasta llegar a Bombay en la India, colonia de vital importancia para la metrópoli británica. La línea continuaría hasta Australia y Nueva Zelanda.

Los primeros cablegramas tenían un coste de 40 reales en un escrito de 20 palabras y otros 20 por cada diez palabras o una fracción de éstas. Esta conexión no fue la primera que se hizo en Vigo, diez años antes ya se había conectado la ciudad con el lazareto de la isla de San Simón.

La primera sede tuvo su emplazamiento en el número 20 de la calle Real, para trasladarse posteriormente a la calle del Príncipe y, un tiempo después, al edificio Bárcena, donde hoy se encuentra el Centro Sociocultural de Afundación. El primer representante de la empresa en Vigo fue el señor C. J. Murphy hasta 1881, año en que fue trasladado a la localidad portuguesa de Caminha, siendo sustituido por John R. Rosse.

El reloj situado en la fachada de la sede de El Cable Inglés, en la calle Velázquez Moreno nº 22, servía a los vigueses para poner sus relojes en hora. De todos es conocida la puntualidad inglesa, incluso para sus oficinas, por lo que cada minuto se recibía un cable con la hora exacta. Fue por ello por lo que se podía oír en Vigo la expresión: “llevo la hora del Cable”.
El personal de la compañía británica, asentado en Vigo, tuvo una importante influencia en las costumbres de parte de la sociedad viguesa, ya que fueron los introductores de deportes como el fútbol, hockey o rugby, actividades de recreo como el ping pong o el billar; y la introducción de bebidas como la cerveza y el vino de Oporto.

El Cable Inglés vio su final el 31 de diciembre de 1969, cuando cierra definitivamente la oficina en Vigo. A media noche, aquel día, el reloj que daba la hora a los vigueses se paró. Nunca más volvería a funcionar.

Descripción Especializada

España encara el tramo final de su Guerra Civil y está a punto de estallar la II Guerra Mundial. Los alemanes cruzan en este momento infinidad de telegramas con sus colegas nipones. Todos ellos pasaban por Vigo, a través del conocido como Cable Inglés. Desde Hamburgo se recepcionaban en ésta, su primera escala de cable submarino; como vía de negociación y comunicación de una parte del mundo, a la otra.

José Ramón Cabanillas, historiador vigués, persigue en su libro “Vía Vigo” el trazado de la implantación de esta base de comunicaciones británica: The Eastern Telegraph Company Ltd., empleada por los ingleses desde 1873 para hacer circular mensajes en morse rumbo a América en una dirección, y al lejano oriente en la otra. En miles de cablegramas figuraban al comienzo del escrito las palabras "Vía Vigo", ya que las noticias de una buena parte del mundo pasaban por nuestra ciudad antes de llegar al Reino Unido.

La Eastern obtuvo la concesión del gobierno español y la elección de Vigo se produjo gracias al abrigo que proporcionaba un puerto adecuado para los barcos cableros. La labor de tender el cable submarino fue llevada a cabo por el buque "Minia". Este hecho convertiría a Vigo, en la ciudad española mejor comunicada con el resto del mundo, convirtiéndola en puerta de entrada de las telecomunicaciones en España. Los primeros cablegramas tenían un coste de 40 reales por un escrito de 20 palabras y otros 20 por cada diez palabras o una fracción de éstas. Esta conexión por cable submarino no fue la primera que se hizo en Vigo, pues en 1863 ya se había conectado la ciudad con el lazareto de la isla de San Simón.
Desde Lisboa la línea continuaba hasta Brasil por el sur y hacia Asia penetrando por el Mediterráneo. Esta línea atravesaría el Canal de Suez y el Golfo Pérsico hasta llegar a Bombay en la India, colonia de vital importancia para la metrópoli británica. La línea continuaría hasta Australia y Nueva Zelanda.

La primera sede de la compañía se fijó en el número 20 de la calle Real para trasladarse posteriormente a la calle del Príncipe y después al edificio Bárcena, donde hoy se encuentra el Centro Sociocultural de Afundación. El primer representante de la empresa en Vigo fue el señor C. J. Murphy hasta el año 1881, cuando fue trasladado a la localidad portuguesa de Caminha, siendo sustituido por John R. Rosse.

La expresión: “llevo la hora del Cable” fue una de las más escuchadas en Vigo hasta hace relativamente poco tiempo, gracias al reloj situado en la fachada de la sede de El Cable Inglés, (calle Velázquez Moreno nº 22). Serviría a los vigueses para poner sus relojes en hora. Para la compañía inglesa era fundamental tener la hora exacta en todas sus oficinas, por lo que cada minuto se recibía un cable con la hora exacta. De ahí que para los vigueses el reloj de la compañía inglesa fuera una referencia en cuanto a exactitud del tiempo horario y se pudiera oír.

Sin embargo, éste no fue el único legado dejado por los ingleses que, a su paso por Vigo, marcaron su impronta con sus costumbres, deportes y actividades. Los propietarios ingleses de la compañía se preocupaban por sus empleados, y querían que además de trabajar bien, dieran una buena imagen en aquellos países donde se asentaban para que fueran “su orgullo”. Cubrían el tiempo libre de sus jóvenes empleados a través del deporte. Una actividad que en el siglo XIX en el Reino Unido ya estaba muy desarrollada, mucho menos, en Galicia. Tenían su club social situado en los bajos del Hotel Moderno, poseían salas de recreo con billares y mesas de ping-pong. En la falda del monte del Castro el personal de El Cable Inglés disfrutaba de una gran finca (Villa Felisa) con un magnífico edificio de piedra de dos plantas de estilo inglés: residencia y centro social. Próxima a la residencia, en la calle Taboada Leal, poseían dos pistas donde se podía jugar al “lawn tennis” o tenis sobre hierba.

En su residencia podía leerse “The Vigo Vigilant” que se imprimía desde 1904. El periódico contenía noticias de Inglaterra y locales, relacionadas con la empresa. Una buena parte del periódico se ocupaba de noticias deportivas. Además de jugar al tenis, el personal de la Eastern practicaba remo en la ría, atletismo y fútbol. El Exiles Cable F.C. era su equipo de football que disputaba encuentros con los equipos locales, el Vigo y el Fortuna.

Se organizaban también partidos con las tripulaciones de los buques ingleses de la armada que arribaban en el puerto. Y solían jugar en un campo de unos terrenos ganados al mar (El Relleno) donde hoy se encuentra la Plaza de Compostela. La primera referencia de un encuentro de “football” en nuestra ciudad data de febrero de 1903, disputado entre el los empleados de la empresa de Cable y la tripulación del barco llamado "Calliope" que se encontraba atracado en el Puerto de Vigo.

El personal de la compañía británica tuvo una importante influencia en las costumbres de parte de la sociedad viguesa, introduciendo bebidas como el vino de Oporto o la cerveza, siendo ésta fabricada por el ciudadano inglés Mr. Hyde.

Como Vigo permaneció durante la Guerra Civil en el “bando nacional”, Franco aprovechó la coyuntura para ocupar las oficinas de la Estern para transmitir sus comunicaciones con el exterior. En 1937 prohíbe a las compañías inglesa y alemana seguir abiertas y, en 1939, con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, los ingleses cortan el cable alemán y viceversa, con lo que las oficinas de Vigo dejan de transmitir información. Con la llegada de la primavera, en 1949, la oficina del Cable Inglés reabre sus puertas en Vigo, en el nuevo edificio de Correos y Telégrafos de la Plaza de Compostela.

No serían las guerras las que pondrían fin al funcionamiento de esta base de comunicaciones, si no el auge de las nuevas tecnologías. La invención del télex, deja obsoletos los cablegramas y el 31 de diciembre de 1969, a medianoche, el reloj que daba la hora dejó de funcionar para siempre. A día de hoy encontramos vestigios del cable en la Estación Marítima de Vigo, donde se ubicaban los antiguos silos del cable. Ahí, se han incorporado unos paneles informativos que facilitan datos sobre la empresa del Cable Inglés.

Descripción Educativa

En la ciudad de Vigo, en la provincia de Pontevedra, en el siglo XIX no existían ni móviles ni ordenadores, por ello, el 27 de mayo de 1873 se inauguraba la comunicación cablegráfica entre Vigo e Inglaterra para lograr una cierta comunicación.

La compañía que permitía este envío de información era la conocida “The Eastern Telegraph Company Ltd.”, conocida en Vigo como El Cable Inglés. Consistía en una empresa británica que, a través del cable submarino comunicó el Reino Unido con diferentes puntos del mundo. Los mensajes, llamados cablegramas, se iniciaban con las palabras “Vía Vigo” pues, las noticias pasaban de Vigo a Reino Unido. Finalmente, la actividad de esta empresa acabó en el año 1969.

Como curiosidad, se debe comentar que la comunicación cablegráfica de la época, se hacía siempre en clave para conservar ciertos secretos. Este proceso se lograba gracias a máquinas como la Enigma y la Lorenz, que dejaban irreconocible cualquier tipo de texto.

Galería


Datos Generales

Eco-Destino

ES_ GALICIA_Ría de Vigo

Puerto / Fondeo / Playa

sin datos del puerto

Localización

Vigo  (Pontevedra)
España

Coordenadas GPS

  • Latitud: 42.24054000
  • Longitud: -8.72991700
  • Servicios y Entorno

    Entorno

    Urbano

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